miércoles, 26 de agosto de 2009

El duque y el rey. Simone Felice...


A finales del año pasado, Simone Felice tuvo que dejar a su banda de toda la vida, los Felice Brothers. Una intensa depresión por motivos familiares le hizo refugiarse en un nuevo proyecto musical junto a Robert "Chicken" Burke (Simone perdió a su hija a principios de año). Con aromas a Mark Twain en "Las aventuras de Huckleberry Finn"el duo se bautizó como THE DUKE AND THE KING. El 4 de agosto editaron en Estados Unidos su debut, 'Nothing Gold Can Stay', grabado en Nueva York.
Cuidadas y exquisitas canciones como "suzanne", "Water Spider" o "Summer Morning Rain" se erigen como ejemplos preciosos de un discurso basado en guitarras acústicas y armónicos juegos vocales que dibujan un otoñal, dorado y delicado lienzo que si te agarra no te suelta. "Morning I get to hell" lo dice todo...
En el myspace del grupo se pueden escuchar sus canciones. Un manojo de arenosas maravillas campestres en la que destaca la delicada “If you ever get famous”, la canción que no he podido dejar de escuchar estos días.

lunes, 24 de agosto de 2009

"Music is all around"

"Mick Jagger ataca con "Wild Horses": Tired of living...
Charles cae en al cuenta de que las canciones siempre son oportunas. Suene el disco que suene, siempre resulta pertinente. Una vez, durante una cita en sus años de instituto, cuando estaba a punto de decirle a la chica que la quería en la radio sonó Elvis: "Loving you". Siempre pasa: los políticos son unos mangantes; los discos siempre resultan apropiados para la situación. Charles se quita el jersey. Martha and the Vandelas empiezan a cantar "Heat Wave". Charles se ríe."
(...)


"Mick Taylor ha dejado a los Rolling Stones. Mick Taylor había reemplazado a Brian Jones. Brian Jones está muerto. Mujeres de todo el mundo dicen tener hijos suyos. Todos los bebés se parecen a Brian Jones. A Mick Jagger lo plantó Marianne Faithful (...It is the evening of the day...), que se drogaba con él; luego se casó con Bianca, la que va por ahí con un sombrero de plumas y un bastón. Lleva joyas caras. Tienen un hijo. ¿O es un hija?..."
Ann Beattie. "Postales de invierno"

Cuando leí este párrafo me pareció tierno y exagerado a la vez. Tierno porque la escena donde está intercalado es un bar de mala muerte donde tres personas que se sienten solas se esfuerzan por caerse bien, o al menos por intentarlo (y saber que suena esa canción de Martha and The Vandelas no deja de ser una grandiosa y triste ironía, al igual que todos estos pensamientos de Charles intentando "estar" en la conversación), y exagerado por la afirmación en sí, claro que es 1974 y en la radio pinchan "Wild Horses"... y no 2009, donde existe un hilo musical constante en el aire que banaliza todo, y ya puedes estar declarándole tu amor a alguien maravilloso que es posible que de fondo oigas cualquier monstruosidad de Beyonce o alguna otra de esas saliendo de un aparato de radio antes que una de Elvis o de Kiko Veneno. Lo que sorprende es cuando sí sucede, porque es cierto que a veces sucede; el sábado subí una escalera y me encontré una mujer dormida en una cama pobre y acogedora, arropada levemente por una sábana y que sonrió al despertarse y verme. Había un disco puesto, sonaba "Forever Young" de Dylan. Sobra decir que se me encogió el corazón.

viernes, 21 de agosto de 2009

50 años de la edición de Kind of Blue


El miércoles pasado me dormí escuchando este disco, casi siempre que duermo solo, lo hago, pongo un disco y dejo que el sueño me venza. No sé por qué, el miércoles puse "Kind of Blue", y son cosas que no quiero pensar. El 17 de agosto se cumplieron 50 años de la edición de dicho disco. El miércoles fue 19, hacía mucho tiempo que no lo ponía. Hacía poco que había pasado mi "fase Miles" pero me había centrado en dos discos inmensos como "Sorcerer" y "Miles in the Sky", y quien los conozca sabrá que no había cabida para nada más. Pero el miércoles lo puse y toqué el cielo, 50 años después... lo puse porque en mi cabeza no paraban de sonar las primeras notas de So What... Lo dicho, esas son cosas que no quiero pararme a pensar. De hecho, en mi vida están pasando cosas increiblemente hermosas que no quiero pararme a pensar...
La grabación de "Kind of Blue" tuvo lugar en el 30th Street Studio de Columbia Records en la ciudad de Nueva York en apenas diez horas repartidas en dos días, el 2 de marzo y el 22 de abril de 1959. La fomración que acompañaba a Miles Davis en ese disco era John Coltrane al saxo tenor, el contrabajista Paul Chambers, Julian "Cannonball" Adderley en el saxofón alto, Jimmy Cobb a la batería y Bill Evans al piano. Dicen que es el disco de jazz más influyente e importante de la historia.
El álbum se basaba en formas tonales modales que permitían amplias posibilidades de tránsito por escalas a partir de alguna nota predeterminada en lugar de la secuencia lineal de acordes que desarrollaba el jazz hasta entonces. Es el disco más vendido de la carrera de Davis y el más vendido de la historia del jazz.
En el año 2002 un jurado compuesto por expertos en preservación de música y sonido de los Estados Unidos anexó a Kind of Blue en el Registro Nacional de Grabaciones de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos debido a su "significancia cultural o histórica" en la vida norteamericana.
Kind of Blue fue el resultado de dos sesiones de improvisación a comienzos de la primavera de 1959. El 2 de marzo Miles Davis reunió su sexteto para la grabación en el recién inaugurado 30th Street Studio de la Columbia Records, una iglesia rusa de Manhattan reciclada, de las pistas "So What", "Freddie Freeloader", y "Blue in Green", que componían la cara A del LP. El 22 de abril se completaron las grabaciones con el registro de las pistas que compondrían la cara B, "Flamenco Sketches", y "All Blues".
Davis le pidió a sus músicos que casi no ensayaran y ellos llegaron al estudio con una pobre idea de lo que iban a interpretar; unas semanas antes Miles Davis les dió bocetos de las líneas de escalas y melodías. Una vez en el estudio Davis les dió breves instrucciones de cada pieza y después se pusieron a grabar.



"Miles Davis Y Kind Of Blue. La creación de una obra mestra". Escrito por Ashley Kahn. Prólogo de Jimmy Cobb.
Editado en España por Alba Editorial. 26,50€

martes, 11 de agosto de 2009

"Postales de invierno" en agosto


“Postales de invierno”
Anne Beattie
Ed. Libros del Asteroide 2008


En cada paso hay una canción... lo queramos o no... Nos hacen volver a 1974, aunque hayamos nacido después o ese mismo años. Héroes de lo ordinario, una aspiración y una condena. El sueño hippie ha acabado, la realidad consiste en una perpetua sucesión de inviernos, de copas después del trabajo, y con suerte la compañía de un amigo. El amor es lo único por lo que luchar. El amor por una mujer con otra vida, un amor improbable. Los sueños de Postales de Invierno son inmensos... pero a veces parecen ridículos, a veces parecen patéticos, a veces… son muy humanos .Algunas veces la sinceridad con uno mismo nos puede parecer patética. No entendemos los sueños de los demás, y a veces ni siquiera los nuestros. Luego resulta que todas las circunstancias de la vida se ajustan a una canción o a un libro… Igual los personajes de este libro tienen vidas tan ordinarias como la mía. 1974. Bob Dylan publica Blood on the Tracks. El disco que se ajustaba perfectamente a la vida de Charles, protagonista de este libro, y mil años después, por qué no, tambien a la mía.

Coincidir con un libro así me hace sentir raro... Tan raro como estar enamorado y compartir una cerveza, ver una película, un paseo y ver que todo está "bien" aunque te preguntas cuánto durará y esperas que algo más que lo habitual... y escuchar otra vez todas estas canciones... y ver que todo es posible...
¿Esto suena ordinario?... he dejado los sueños de los demás por imposibles y solo me he quedado con los míos... cuando los encuentre tal vez no sepa qué hacer con ellos, pero por algo se empieza...

La reseña oficial dice que: "Considerada en EE.UU. como una de las novelas más influyentes de la década de los setenta, Postales de invierno es la novela con la que Ann Beattie debutó y que le sirvió para ser inmediatamente identificada como una de las voces más importantes de su generación.
La novela –que retrata como pocas obras el desencanto de la juventud americana posterior al movimiento hippie– cuenta la historia de Charles, un joven perdidamente enamorado de Laura, una mujer casada; de su amigo Sam, eterno parado; de Clara, su hipocondríaca madre que se pasa el día deprimida en la bañera; de Pete, su padrastro; y de Susan, su hermana.
La música pop, el cine y otros elementos de la cultura popular le sirven a Beattie para tratar con ironía temas tan universales como el amor no correspondido, la insatisfacción laboral o las relaciones familiares; y así lo que podría leerse como una divertida comedia de situación se convierte en una aguda mirada sobre una generación que se resiste a abandonar el idealismo de su juventud y a someterse a las normas que imperan en la sociedad.
Postales de invierno resulta ser –recogiendo las palabras de Rodrigo Fresán en el prólogo «una de las novelas más tristemente graciosas o graciosamente tristes que jamás se hayan escrito»."

sábado, 8 de agosto de 2009

Mecánica onomástica


Hoy es un día extraño, bello pero extraño. Frágil como una sombra y sereno como un domigo de siesta, en mi corazón hace hoy siete años pusieron algo para que siguiera latiendo. Siete años. Músculo heroíco y egoista que vive matándose a cada paso. Abierto como una res y remendado como un muñeco de trapo... Al final ha acabado gustándome el gracioso ruido a reloj viejo que oigo dentro de mi cuando me quedo en silencio...
Lo más desolaroramente hermoso es que anoche, de madrugada, supe cosas de este día y de los siguientes que no recordaba, que no sabía que había vivido, que me desarmaron como un titiritero insomne; supe cosas de alguien que estuvo a mi lado sin saber que yo era yo, y que cuando lo supo puso sin saberlo en mi un hilo para sacarme del laberinto. Siete años después no sé si he visto la salida, pero sí su mano...

viernes, 7 de agosto de 2009

Poema 12 Oliverio Girondo...




Oliverio Girondo. poema 12. "Espantapájaros" 1932.
Calcomanías. Poesía reunida 1923-1932. Ed. Renacimiento. 2007. 10 €.


Se miran, se presienten, se desean,
se acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
se penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, se despiertan, se iluminan,
se codician, se palpan, se fascinan,
se mastican, se gustan, se babean,
se confunden, se acoplan, se disgregan,
se aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se enarcan, se menean,
se retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangulan, se aprietan se estremecen,
se tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
se acometen, se enlazan, se entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan,
se perforan, se incrustan, se acribillan,
se remachan, se injertan, se atornillan,
se desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
se derriten, se sueldan, se calcinan,
se desgarran, se muerden, se asesinan,
resucitan, se buscan, se refriegan,
se rehuyen, se evaden, y se entregan.

jueves, 6 de agosto de 2009

Un cambio sutil... De Imaginantes, Rayuelas y mariposas

En este episodio de Imaginantes no se hace referencia a ningún libro o autor, simplemente exponen lo que es el llamado Efecto mariposa, y lo exponen, claro, a la hermosa manera poética de esta serie... Un lujo y un placer...



El otro día, hablando con alguien increible, recordé lo del efecto mariposa, pero desde luego yo no lo expliqué de este modo, y si salió a colación fue porque estábamos hablando del azar, de la casualidad, y de la gran cantidad de variables que se han de dar para que dos personas medianamente desconocidas, acaben, por ejemplo, comiendo juntas en un restaurante chino, o paseando del brazo por las calles de París...
El azar no exite, sólo el desconocimiento de las causas nos hace llamarlo así...
Tal vez...



Ayer vendí Rayuela a una chica de no más de 17 años; me preguntó, como si estuviese pidiendo algo imposible, si la tenía... Sólo por eso merece la pena tener abierta la pecera...

martes, 4 de agosto de 2009

Pero no busques muy dentro de mí...

Se supone que esto es el blog de una librería, y que el librero suelta sus cosas sobre literatura, poesia, ensayo, recomienda libros y demás... Se supone, pero es obvio que no es cierto.

¿Poesía? ¿Literatura? Ya...
091... Qué grandes eran, joder...

"Las monjas reparten comida a los que no han cobrado el paro. Otros se conforman vendiendo pañuelos en los semáforos. Pero la calle se llena de pronto de poetas y borrachos y de gente que enciende el mechero sobre la palma de su mano. Aunque nunca lo haya dicho, siempre lo he pensado: sigue estando Dios de nuestro lado.

Los escaparates llenos de reliquias y rosarios, y de gafas de sol que no impiden que el día esté nublado. Un perro con un ojo negro y con el otro blanco me mira y me ladra sabiendo lo que yo estoy pensando. Aunque parezca mentira, el rumor se ha confirmado: sigue estando Dios de nuestro lado.

Se hacen apuestas: ¿Las cosas pueden ir peor? Todo da vueltas, ¿o el que da vueltas soy yo? Nos vemos el día 9 en "la cola de los milagros". Diremos adiós al mal fario,
besándole los pies al Santo. Después nos echaremos al monte y nos iremos cantando aquella canción que hablaba de un pájaro enjaulado. Aunque nunca lo haya dicho, siempre lo he pensado: sigue estando Dios de nuestro lado.
Sigue estando, sigue estando...
Sigue estando Dios de nuestro lado..."


Seguramente en una hipotética lista de los conciertos más importantes de mi vida tendría que decir en algún momento que los Cero en Madrid, en noviembre del 93, sala El Sol... Creo que nunca he disfrutado tanto en un concierto (alguno, pero...) Luego los vi más veces, pero la primera vez fue inolvidable. El único pero, que fui solo, pero acabé abrazado a alguien cantando como un poseso, osea, que tampoco fue tan grave... Afortunadamente yo era más joven, el volumen un poco mayor que el justo y no fue un concierto karaoke, fue otra cosa, algo que nunca se olvida, algo que no sé por qué razón ni de qué manera sólo tiene la música, y es la particularidad de hacerte sentir vivo y con ganas de comerte el mundo...

lunes, 3 de agosto de 2009

Las cosas han cambiado...

Bendito Dylan...
Siempre está...
Y eso reconforta....
Sí, hasta su voz reconforta...




Entre otras lindezas:
Siento que podría enamorarme de la primera mujer que encontrara
la subiría a una carretilla
y la llevaría calle abajo.
La gente está loca y los tiempos son extraños
estoy encerrado y fuera de circulación
solía importarme
pero las cosas han cambiado...

Cabronazo....

sábado, 1 de agosto de 2009

De regresos, rosarios, Catalinas y mariposas moribundas


Queridos primos, sobrinos, infantes, bastardos y demás familia en general, no, al final no me compré una bici y me volví en ella, como en un principio pensé, y dada la demora en finalizar tan magno diario así puede parecerlo, que he estado peladeando por esas tierras del señor cuan gulliver de la triste figura hasta regresar a ¿casa?, pero ya os digo yo que no... No tengo excusas, más allá de la socorrida e infame desidia no puedo esgrimir nada digno de ser tenido como atenuante... Vuestro tío matt volvió sano y salvo y se le olvidó cerrar esta crónica...
Hoy he soñado con Hrabal, es la primera vez que se me cuela un escritor en un sueño, y si ha sido él... Tal vez no es extraño pero para mí sí que lo ha sido pues soy básico en mis sueños y, por muy enrevesados y delirantes que sean, las causas son obvias, pero esta vez no tengo ni idea de por qué he tenido este sueño con Hrabal, si no estoy releyendo nada de él, ni escribiendo nada sobre él, ni pienso en Praga como hace poco... No diré que me ha dicho que escriba en el blog (je) porque no iba de eso el sueño (eso queda entre él y yo), pero intentando recordar cosas del mismo, me han entrado ganas de escribir aquí que he soñado con Bohumil...

El recuerdo de Irina, la depresión posparto (epidural mediante), poscoital (ya, claro...) posvacacional (esta va a ser que sí...) y otras minucias me mantuvieron alejado de este portal osceno donde a veces desbarro a conciencia...
¿Cuántas posibilidades hay de volver de un viaje en el mismo avión en el que fuiste cinco días antes? Supongo que bastantes, y más si el destino no es un aeropuerto grande... Pero uno, que viajar en avión viaja poco, cuando le llevan en bus al avión y lee en el morro del mismo(por cierto, ¿se llama morro el morro del avión?) que se llama Santa Catalina de Alejandría, descubre que es el mismo que le trajo hasta ese lugar, pues le hace ilusión (uno, que es fácil de complacer, siempre me lo han dicho...) Pero, ¿cuántas posibilidades hay de que te toque en el mismo asiento? Igual esto también es lo normal pero a mí me desconcertó... 20 A... Podría estar reservado para mí o algo, pero la señorita en el "chekin" me preguntó, ¿ventanilla o pasillo?... Yo dije, la primera... y ella me miró muy mal, y me dijo, su billete no es de primera... y le contesté como si nada, pues ventanilla...
Al sentarme por fin en el avión pensé, qué hago, me acojono... rezo mis oraciones... me "emparanoyo"... me despido mentalmente de todos mis "ayegados"...? No me dio tiempo a nada de eso, porque en cuanto despegamos no sé qué me pasó que me dormí como un bendito...


No es que estuviera cansado de la farra riminiana (que no ramoniana, que las he tenido), de hecho la noche anterior fue todo bastante tranquilo... roturas de corazón, cervezas, delirios renacenistas de emisarios ducales por las callejuelas aledañas al puente de Tiverio, mercadillos increibles (esto sí que merece la pena... en la Piazza Cavour, un mercadillo de muebles, ropa, libros, antigüedades, discos de vinilo... (lo que vieron mis ojitos, mamma mía...) memorabilia fascista y nazi, postales ajadas de Gina y Marcelo, abalorios... un sitio donde sacar mil y una historias...)
La ausencia de Irina se me hizo dificil, me gustaría mentir y decir que aquella sirena rusa me miró a los ojos y descompuso toda mi cosmografía pero desapareció sin más, con una sonrisa increible y el salitre pegado a sus salados poros lunáticos, pero he de decir que se esfumó tal y como apareció... La busqué por la cuidad y tampoco hubo suerte. Una camarera llamada Kate intentó ayudarme, y después de 20 minutos de darle patadas al diccionario de inglés, descubrí que se llamaba Catalina y que tenía un dulce acento dominicano, pero de irina no sabía nada...
Me despedí de mi bici lila y me sumergí sin quererlo y luchando contra ello en "Kafka en la orilla" de Murakami, y ahora pienso que no podía haber leído mejor libro en este viaje (otro de los motivos por los que no he podido mandaros esta misiva antes, queridos parientes), me bañé de madrugada en el Adriático (a ver si me rescataba la sirena rusa, imagino) y me bebí una cerveza infame llamada Gradisca que me supo a gloria bendita. El madrugón no fue para tanto y los ánimos estaban a medio gas, pero en el tren de camino a Bolonia se sentaron a mi lado y al otro lado del pasillo cinco mujeres de mediana edad avanzada y un cura... Mira que mi hermana me avisó mientras esperábamos a su lado en el andén, y yo le hice caso y al llegar el tren le dirigí a otro vagón, pero mientras mi hermana sacaba su lado tierno (que lo tiene...) y me buscaba por las ventanillas, se me sentaron al lado... Me confundieron cuando al ofrecerme a ayurdarles a subir las maletas al portaequipajes una de ellas me dijo que yo era un hombre galantísimo. Cuando el tren arrancó (con mi hermana haciendo aspavientos socarrones en el andén por la beatas) me anestesié con el dulce sonido de sus voces y su lengua, y me dije... ala, a dormir un poquito hasta Bolonia... Todo iba bien hasta que comenzaron a rezar el rosario... La virgen, qué viajecito... ni dormí, ni me relajé mirando el paisaje, ni pude leer a mi admirado Murakami... El rosario... a las 7 de la mañana... eso no es plato de gusto...
Pero en fin...
Al llegar a Bolonia les ayudé con las maletas, claro, y no sólo me repitieron lo de galantísimo (que oye, mola, nunca me lo habían dicho, vale que la emisora no era lo que se dice para hacerme olvidar a Irina, pero imaginación al poder...) sino que una de ellas me regaló un rosario!!!! UN ROSARIO!!!! Que la fuerza te acompañe, dijo, o algo similar, creo que fue, que la virgen te guarde, pero viene a ser lo mismo... Mi cara sería un poema y ahí estaba yo, en el andén de la estación de Bolonia con la maleta en una mano, un rosario en la otra y con una cara como de estar esperando a que Fellini dijera "cortén.... a positivar..."

Me desperté en el avión cuando la azafata me avisó para abrocharme el cinturón, pero como me había dormido ipso facto al salir (y yo no quería...) ya lo llevaba puesto... Y el santa Catalina de Alejandría (coño, como la camarera, ahora que caigo...) tomó tierra dulcemente...
Lo más alucinante (y esta seguramente es la única verdad de todo esto) fue cuando el hombre que estaba sentado a mi lado, cuando nos estábamos levantando para salir del avión, me dijo "ten cuidado" y me señaló el hombro... Tenía una mariposa amarilla con un ala medio rota posada en el hombro, creí que estaba muerta pero al ir a tocarla con el dedo, salió volando por el avión.
Nadie se fijó en ella...
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