jueves, 11 de noviembre de 2010

"El pentateuco de Issac", fragmento musicado por John Zorn

 John Zorn's Bar Kokhba troops performing Khebar
Song available on album Circle Maker.

Marc Ribot - guitar
Cyro Baptista - percussion
Mark Feldman - violin
Erik Friedlander - cello
Greg Cohen - bass
Joey Baron - drums

Angel Wagenstein. "El pentateuco de Isaac". Ed. Libros del Asteroide. Págs: 61-62
"Un día estábamos sentados en círculo unos diez chicos judíos de nuestra compañía y en el centro, con la Torá en la mano, se encontraba nuestro rabí Samuel Bendavid. Nos reuníamos en un rincón alejado, detrás de la cocina, junto a la misma cerca, donde quedaban dos palmos de césped que nadie pisaba. Al rabino se le veía un poco raro en su uniforme militar. Se diferenciaba de nosotros por la falta de charrateras. En el pecho llevaba la estrella de David, con la que se designaba a los rabinos militares y ésta se consideraba un gran privilegio en el ejército. Todavía no sabíamos que un día el mismo privilegio lo tendríamos casi todos los judíos de Europa, pero esto vendría más tarde, en el luminoso porvenir, como suelen llamarlo los escritores.
Estábamos sentados en el césped, algunos soldados se lavaban en la fuente, resonaban las cacerolas para la sopa.

-¡Todo es una tontería inmensa! -dijo el rabí Samuel- ¡Tontería de las tonterías! ¡Una soberana tontería! ¿Para qué estoy aquí? os pregunto. Para ser vuestro guía espiritual, para que podáis, al morir en combate, presentaros sin problemas ante nuestro Dios Jehová, santificado sea su nombre. Lo mismo tienen que hacer mis colegas -católicos, adventistas, protestantes, los del Séptimo Día, ortodoxos y musulmanes- por el honor del emperador y la gloria de su respectivo Dios. Pero decidme qué sentido tiene, cuando yo sé que al otro lado de la trinchera hay un colega mío, un rabino, que se empeña en guiar espiritualmente a nuestros muchachos -pero ¿quién es capaz de aclararme si son nuestros o no lo son?- para que luchen contra vosotros, para que os maten en nombre de su emperador y de Jehová, santificado sea su nombre. Y cuando termine la guerra y los labriegos vuelvan a arrastrar sus arados, en el campo relucirán los huesos, los nuestros revueltos con los "no nuestros", y nadie sabrá en nombre de qué emperador ni de qué Dios habréis perecido. Dicen que a estas alturas nuestra querida patria austrohúngara ha dado más de un millón y medio de víctimas. Son un millón y medio de muchachos que no regresarán a sus casas; un millón y medio de madres que no volverán a ver entrar a sus hijos por la puerta; un millón y medio de novias que jamás se acostarán al lado de ellos para concebir y dar a luz en paz y bienestar. Os pregunto: ¿acaso Jehová no ve nada de eso? ¿O se pasa el tiempo dormitanto y hurgándose las narices? ¿Es entonces Jehová -santificado sea su nombre por los siglos de los siglos, amén- un viejo chocho al que le complace que la gente muera en su nombre? No sé, hermanos, no sé daros la respuesta. En todo caso, creo que si Dios tuviera ventanas, hace tiempo que le habrían roto los cristales.
El rabí cerró con saña el devocionario y añadió:
-Con esto termina la lectura del Jumash, y cerramos el Pentateuco. Sabbat shalom a todos. Amén
Me pareció, palabra, que los ojos se le llenaron de lágrimas. Nunca antes en nuestra sinagoga de Kolodezt le había oído pronunciar un sermón con tanta emoción."



Coda a colación del video: Nunca estaré lo suficientemente agradecido a Gaël y Cristina por su hospitalidad parisina en aquel lejano 2006, cuando estuve una semana pateándome la capital gala haciendo idém de una esponjosa avidez soñando con todo lo que se puede soñar persiguiendo la sombra de Boris Vian. Entre otras cosas (cuyos post aventureros a modo de diarios improvisados andaban por otro blog que tuve y que tal vez no estaría mal recuperar) me traje carcasa nueva, recuerdos compartidos y unos cd's y un dvd de John Zorn (y otras cosillas). La noche de enero en la que desgustamos una cena magnífica y me quedé con la boca abierta viendo el video de esa actuación íntegra cuyo fragmento encabeza este post, está a buen recaudo y estos días acompaña la lectura del libro de Wagenstain de manera obsesiva. The circle maker es un disco doble en el que John Zorn mezcla música judía, latina, jazz experimental... El primer disco, Issachar, está interpretado por el Masada String Trio, un conjunto de violín, violonchelo y contrabajo. El segundo, Zevulun (el título de ambos discos corresponde a los hijos de Jacob), añade al trío anterior un guitarra (Marc Ribot, ahí es ná), un batería (Joey Baron, agárrate) y un percusionista, formando el Bar Kokhba Sextet. Si eres curioso, mira los comentarios...

4 comentarios:

La Pecera dijo...

http://www.taringa.net/posts/musica/1205575/John-Zorn---The-Circle-Maker-_1998_.html

TSI-NA-PAH dijo...

Whaouuuuu! Estoy son palabras mayores!
gracias y un abrazo

evelio guzman dijo...

No conocia a John Zorn y me ha gustado mucho, tambien compre Coches Abandonado porque vi que lo estabas leyendo y me intereso son esa cosas y las que escribes las que hecen que te lea diariamente.Saludos.

La Pecera dijo...

Tsi y Evelio, son ustedes dos caballeros cuyos mensajes no podían haber llegado en mejor momento...
Gracias...

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