Eric Clapton con su abuela Rose Clapp, quien lo crió - Surrey,1971 |
Ayer iba por la calle y me encontré un boleto de la lotería Primitiva en el suelo, flamante y limpio. Me puse nervioso, lo reconozco. Eran las 4 de la tarde, y no había nadie por la calle. Me paré frente a aquel boleto sujetándolo con la punta del zapato disimuladamente, miré a los lados, no vi a nadie, me agaché, lo cogí, vi que era para el sorteo de esa misma noche, volví a mirar alrededor y me lo guardé en el bolsillo mientras echaba a andar. Que últimamente apele a un golpe de suerte para enderezar mi vida hace que me agarre a cosas así; lo sé, no tiene sentido, pero uno es así de indolente, qué le vamos a hacer, y un mísero boleto de lotería tirado en la calle hace que veamos la sombra de la diosa Fortuna corriendo fugaz mientras dobla la esquina, dejando un olor en el aire a rosas y a azufre, según. Esta mañana he mirado los números de la combinación ganadora de ayer. Evidentemente no se parecía ni por asomo, ni siquiera el reintegro, vamos que de los seis números no llevaba ni uno. Esto también da que pensar. Y el paso siguiente era el de echar esos mismos números para el sorteo de hoy, así que eso he hecho. Lo siguiente va a ser parafrasear a Ian Hunter y canturrear obsesivamente su increible disco "You're never alone with a schizophrenic" y después de eso, a leer todo Pascal Quignard o a Robert Musil y su hombre sin atributos... y entonces, algo de Follet y por antístesis hegeliana, BUM, nada de síntesis.
Durante un tiempo jugué a la Primitiva, pero dejé de hacerlo porque siempre me olvidaba de mirar los sorteos, perdía los boletos y en los bolsillos me aparecían de meses anteriores. Echaba cuando me acordaba, al menos un par de días por semana; como el bar donde desayuno es también sucursal u oficina o dispensario, o como se llame, de quinielas y bonolotos, pues me acordaba de echar y no, no miraba lo que había echado días antes porque nunca recordaba dónde lo había puesto, así que dejé de jugar. Si la suerte hay que buscarla he aquí un perro pachón que no sabe ni dónde tiene el rabo (con perdón) pero que a la vez es tan pánfilo (palabra favorita para dirigirse a mí de mi hermana pequeña, N.d. R.) de echar los mismos números para el sorteo de hoy de un boleto que se encontró tirado en la calle ayer a media tarde.
Y retomo el hilo donde lo dejé, escuchando White Room y sonriendo como un bobo, porque sin Cream hoy hubiera enloquecido de veras atendiendo los pedidos que me han hecho. Que "hay gente pa tó" ya lo sabemos, pero que en apenas dos horas 5 personas me pidan libros que no suelo tener y que se muestren molestos porque no los tenga es para hacer el Fernando Fernán Gómez y más, pero gracias a Cream me pude sobreponer.
Madre no hay más que una |
A ver: ¿Tienes libros sobre reencarnación para niños de diez años? No, no tengo de eso (ni creo que haya; y dijo libros, si tienes libros, no si hay algún libro... de reencarnación...). Dos: ¿Tienes Jesús nació y vivió en Chachemira, perdón Cachemira? No lo tengo, se lo puedo pedir. ¿No lo tienes? pues vaya... (!!!!). Tres: ¿Tienes libros de numerología? De temas tan específicos como ese no suelo tener (por variar de respuesta mientras carraspeo...) Pues vaya... (eso digo yo, pues vaya...). Se lo puedo pedir. No, lo necesito con urgencia para hoy mismo. (¿para echar a la primitiva y perder el boleto, eh, tuhán?). Cuatro: ¿Tienes "Tantra: El arte oriental del amor consciente"? No, pero te lo pido si quieres (y para mis adentros pensé que tampoco me vendría mal un ejemplar para mí) ¿No? ¿Y algo sobre sexo, sobre posturas de sexo? (la nota a pie de página sería la descripción del susodicho, pues ya al entrar me salió la vena prejuiciosa y pensé, este se ha equivocado de tienda... Cresta, gafas de sol -estaba nublado-, cazadora blanca de cuero, pantalones de pitillo, zapatos de punta marrones, anillacos y collar)... Fin de la escena, él instándome a que le buscara algo didáctico (esto lo dije yo) y con muchas imágenes (si son fotos en vez de dibujos, mejor, añadió él) y preguntándome qué día de la semana que viene podría pasarse a por su libro... Mientras reparaba en el olor a colonia de chulazo que flotaba en la tienda y escuchaba el tintineo de la puerta al cerrarse, me preguntaba si realmente volvería y si además le daría tiempo a estudiárselo para el próximo viernes cuando salga de caza a la Scorpio o a la discoteca similar de los alrededores... ( y sobre todo me preguntaba si desde que me llegara el libro hasta que se lo llevara, me daría tiempo a mí a tomar nota de algo...) Cinco: ¿Tienes el libro "Reiki para niños"? - leer respuesta de Dos- Bueno, pues me lo pides, por favor.
De todos, esa fue la clienta más normal, educada y sonriente (cosas del Reiki, imagino...). Normal que me sienta un mal librero... Supongo que ahora se entenderá que, al cerrar a medio día y ver que no había hecho nada de caja, pusiese "I fell free" y me liase a canturrear por la tienda... Hora y media después volvería y me tropezaría con el boleto de la primitiva, y todo volvería a empezar...
Puñetera diosa Fortuna...
A todo esto, la bio de Ginger
http://www.psicobateristas.com/bateristas-famosos-f7/ginger-baker-t24068.htm
y Ginger tocando feliz (dejando de lado White room con todo el dolor de mi corazón pero ya sois mayorcitos para buscarla solos)... Ya sabes, si Baker sonríe, yo soy feliz... Memory Lane, temazo...
3 comentarios:
Ginger el loco pelirojo!Me encanta Baker Gurvitz Army, y Air Force,curiosamente no tanto Cream.Su disco junto a Fela Kuty es muy bueno!
Un abrazo
Pues mi asignatura pendiente es Fela y Ginger (y Fela Kuti solo ni te cuento). Eternamente agradecido por el recordatorio...
Hombre, no te puedes quejar pese a que la Fortuna juguetee contigo: en tu librería entra cada personaje que es imposible aburrirse. Y con los discos que pones, menos. Que cada vez que voy a una librería tienen ese jazz-hilo musical rollo "somos intelectuales y hablamos francés por si no te habías dado cuenta".
PD: Ginger Baker es el amo. Y las fotos con su madre molan, no las había visto.
Publicar un comentario