PODER FREAK, UNA CRÓNICA DE
LA CONTRACULTURA. VOL.1. Por Jaime Gonzalo
Entusiasmado por la lectura de este libro, escribí una pequeña reseña para una revista con la cual a menudo colaboro (Filosofía Hoy), sabiendo que no me la iban a publicar, no por ser de quien es, sino porque se supone que es una sección e novedades y este libro no lo es; sin embargo, quería hacerlo, quizá para llamar su atención (de la revista) y ver si podía escribirles algo con los tres volúmenes de los que se compone. Aún no tengo respuesta, intuyo que más por falta de liquidez que por falta de interés. Yo, de todos modos, ya estoy dándole vueltas, porque los libros (3) de Jaime Gonzalo me han dejado (o están dejando, pues aún tengo que acabar el tercer volumen) como a veces nos dejan ciertas obras, a un palmo del suelo, felices y frustrados, lo primero por la maravilla y lo segundo por ver que a nadie le importa lo libros sin ruido pero con furia. Jaime Gonzalo es un reconocido crítico musical, al menos
reconocido en círculos roquistas, pues es el fundador, junto con Ignacio Julia,
de una de las revistas de referencia, Ruta 66, baluarte de una manera de
entender la música y vivirla que va más allá de modas y modos. Yo ya he manifestado en esta guarida mi admiración, tanto por Gonzalo como por Juliá, para mí referentes totales de la crítica cultural y de una manera de escribir que me fascina, y por eso no me importa escribirlo de nuevo. Es un placer leerlos siempre, y de vez en cuando me gusta procastrinar viendo videos suyos por youtube, de conferencias y presentaciones de libros, y leyendo entrevistas (uq eles hacen a ellos o que ellos hacen en números antiguos del Ruta) que siempre son jugosas y algunas casi obligatorias de memorizar.
El lector que se
interese por este libro (centrémonos en el primer volumen), se encontrará con un jugosísimo estudio acerca de los
orígenes de diversos movimientos sociales, culturales y vitales surgidos en la
segunda mitad del s. XX, los cuales tienden a verse englobados popularmente
bajo el término “contracultura”. En este primer volumen, el más breve de los
tres, Gonzalo muestra las costuras y las raíces tanto de la Generación Beat de Kerouac, Gingberg y
Burroughs, como de los hipsters y el
be-bop; de los Hell´s Angels y los situacionistas de Guy Debord; de los mods y los rockers, de los quinquis
españoles y los blouson noirs
franceses; del origen e influencia de esa serie de dramaturgos y novelistas que
la prensa británica calificó con The
Angry Young Men (Kingley Amis, John Wain y Harold Pinter entre otros) y de
las connotaciones sociopolíticas que tuvo en la sociedad americana y europea el
consumo de drogas vistas desde las primeras guerras del opio hasta los años
ochenta. Al calificar este libro como atípico, quería hacer hincapié en el
hecho de que tal vez uno no espera (aunque algunos sí, vista la trayectoria de
la prosa y la capacidad argumental de su autor) encontrarse con un estudio tan
rico, elaborado y poliédrico de un autor tan atractivamente ácrata y ajeno a la
élite como Jaime Gonzalo. La visión y análisis de todas esas manifestaciones
contraculturales se muestra brillante y vasta, sobrevolando en todas ellas la
descarnada desmitificación. Productos del capital y de la socialdemocracia,
todos esos intentos de crear un nuevo hombre, de subvertir la realidad, de
desbordar la sociedad como mero objeto de consumo, muestra Gonzalo cómo se
fueron tornando en frustrantes hijos de un Saturno insaciable, deus-economicus
que todo lo fagocita para que la máquina siga funcionando.
“Fruto
del fin del racionamiento, de la nueva economía post-bélica, y de la
sustitución del vasallaje medieval por el esclavismo post-industrial
enmascarado tras el estado de bienestar y consumo, el desarrollo social
británico no escapa al modelo estadounidense. No ya sólo en la cultura popular,
sino en la definición de un nuevo paisaje, el de las autopistas y el hábitat
suburbano que en sus cunetas se origina en los años 50. Los hijos de la clase
obrera pueden aspirar a usufructuarlo por dos razones: la motocicleta,
popularizada por el cine y rock & roll, es un símbolo de libertad e
independencia; el sistema financiero se adapta al mercado, facilitando a los
jóvenes crédito a bajo interés para que puedan consumir sus fetiches”,
señala al hablar del origen de mods y
rockers. Anteriormente ya había
apuntado: “Subyace, en el trecho final de
la escaramuza adolescente pre-contracultural, el desencadenante de la
fragmentación de ésta en distintas modalidades de materialismo tribalista,
vinculadas por el denominador común del culto a la némesis. Mods y rockers, o rockers y mods, son el espejo de la dualidad segregada que
reflejará a la cultura juvenil contemporánea, ese juego de contrapoderes, báscula
no ya sólo de la democracia moderna sino de la moda también. (…) Ese
antagonismo entre conservadores y progresistas, tradicionalistas y renovadores,
es el mismo que desde entonces viene bipolarizando a skindeads y hippies, punks y heavies, modernos y auténticos, electrónicos y
eléctricos” pág 118
Las ramificaciones de todos
esos movimientos sociales en otras manifestaciones como el cine, la música, el
cómic, la moda o la literatura, torna la lectura de este libro en un deleite
casi liberador, holístico en su origen y primoroso en su redacción, tirando por
tierra la ficticia frontera entre alta y baja cultura, entre sociología de
primer y segundo orden.
Un libro (tres realmente)
que no debería haber pasado desapercibido; un libro certero, clarificador,
profundo, de lectura tremendamente placentera y, sobre todo, poderoso y
soberbio.
En la web de Libros crudos aparece como agotado el segundo volumen, pero a poco que uno busque por la red, lo encuentra, y a un precio razonable, aunque no estaría de más una reedición. Poder Freak se antoja como el flamante resultado de un proyecto imprescindible para entender no sólo los arrabales de la historia de la cultura occidental del siglo XX, sino para comprenderla en su totalidad, encontrando a cada paso (a cada página) referentes, ideas, claves para comprender y tomar vías alternativas con las que radiografiar un mundo que se ha perdido quizá para siempre y que sin duda ninguna deberíamos recuperar...
1 comentario:
Para mí uno de los mejores escritores en castellano, Caimán. Sus artículos en Ruta 66 son literatura excepcional, mucho más allá del tema (la música por lo general) que abordan. El "Poder Freak" no lo he leído, pero sí sus imprescindibles biografías de los Stooges y La Banda Trapera del Río. Conocía reseñas muy positivas de los tres volúmenes, y la tuya me va a hacer tirarme a por ellos. Gran y necesaria entrada.
Un abrazo.
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