martes, 3 de febrero de 2015

Poder Freak, volumen 1, de Jaime Gonzalo, brutal crónica de un mundo que no volverá

PODER FREAK, UNA CRÓNICA DE LA CONTRACULTURA. VOL.1. Por Jaime Gonzalo
Editorial Libros Crudos, www.libroscrudos.com, 12€


Entusiasmado por la lectura de este libro, escribí una pequeña reseña para una revista con la cual a menudo colaboro (Filosofía Hoy), sabiendo que no me la iban a publicar, no por ser de quien es, sino porque se supone que es una sección e novedades y este libro no lo es; sin embargo, quería hacerlo, quizá para llamar su atención (de la revista) y ver si podía escribirles algo con los tres volúmenes de los que se compone. Aún no tengo respuesta, intuyo que más por falta de liquidez que por falta de interés. Yo, de todos modos, ya estoy dándole vueltas, porque los libros (3) de Jaime Gonzalo me han dejado (o están dejando, pues aún tengo que acabar el tercer volumen) como a veces nos dejan ciertas obras, a un palmo del suelo, felices y frustrados, lo primero por la maravilla y lo segundo por ver que a nadie le importa lo libros sin ruido pero con furia. Jaime Gonzalo es un reconocido crítico musical, al menos reconocido en círculos roquistas, pues es el fundador, junto con Ignacio Julia, de una de las revistas de referencia, Ruta 66, baluarte de una manera de entender la música y vivirla que va más allá de modas y modos. Yo ya he manifestado en esta guarida mi admiración, tanto por Gonzalo como por Juliá, para mí referentes totales de la crítica cultural y de una manera de escribir que me fascina, y por eso no me importa escribirlo de nuevo. Es un placer leerlos siempre, y de vez en cuando me gusta procastrinar viendo videos suyos por youtube, de conferencias y presentaciones de libros, y leyendo entrevistas (uq eles hacen a ellos o que ellos hacen en números antiguos del Ruta) que siempre son jugosas y algunas casi obligatorias de memorizar. 




El lector que se interese por este libro (centrémonos en el primer volumen), se encontrará con un jugosísimo estudio acerca de los orígenes de diversos movimientos sociales, culturales y vitales surgidos en la segunda mitad del s. XX, los cuales tienden a verse englobados popularmente bajo el término “contracultura”. En este primer volumen, el más breve de los tres, Gonzalo muestra las costuras y las raíces tanto de la Generación Beat de Kerouac, Gingberg y Burroughs, como de los hipsters y el be-bop; de los Hell´s Angels y los situacionistas de Guy Debord; de los mods y los rockers, de los quinquis españoles y los blouson noirs franceses; del origen e influencia de esa serie de dramaturgos y novelistas que la prensa británica calificó con The Angry Young Men (Kingley Amis, John Wain y Harold Pinter entre otros) y de las connotaciones sociopolíticas que tuvo en la sociedad americana y europea el consumo de drogas vistas desde las primeras guerras del opio hasta los años ochenta. Al calificar este libro como atípico, quería hacer hincapié en el hecho de que tal vez uno no espera (aunque algunos sí, vista la trayectoria de la prosa y la capacidad argumental de su autor) encontrarse con un estudio tan rico, elaborado y poliédrico de un autor tan atractivamente ácrata y ajeno a la élite como Jaime Gonzalo. La visión y análisis de todas esas manifestaciones contraculturales se muestra brillante y vasta, sobrevolando en todas ellas la descarnada desmitificación. Productos del capital y de la socialdemocracia, todos esos intentos de crear un nuevo hombre, de subvertir la realidad, de desbordar la sociedad como mero objeto de consumo, muestra Gonzalo cómo se fueron tornando en frustrantes hijos de un Saturno insaciable, deus-economicus que todo lo fagocita para que la máquina siga funcionando.

“Fruto del fin del racionamiento, de la nueva economía post-bélica, y de la sustitución del vasallaje medieval por el esclavismo post-industrial enmascarado tras el estado de bienestar y consumo, el desarrollo social británico no escapa al modelo estadounidense. No ya sólo en la cultura popular, sino en la definición de un nuevo paisaje, el de las autopistas y el hábitat suburbano que en sus cunetas se origina en los años 50. Los hijos de la clase obrera pueden aspirar a usufructuarlo por dos razones: la motocicleta, popularizada por el cine y rock & roll, es un símbolo de libertad e independencia; el sistema financiero se adapta al mercado, facilitando a los jóvenes crédito a bajo interés para que puedan consumir sus fetiches”, señala al hablar del origen de mods y rockers. Anteriormente ya había apuntado: “Subyace, en el trecho final de la escaramuza adolescente pre-contracultural, el desencadenante de la fragmentación de ésta en distintas modalidades de materialismo tribalista, vinculadas por el denominador común del culto a la némesis. Mods y rockers, o rockers y mods, son el espejo de la dualidad segregada que reflejará a la cultura juvenil contemporánea, ese juego de contrapoderes, báscula no ya sólo de la democracia moderna sino de la moda también. (…) Ese antagonismo entre conservadores y progresistas, tradicionalistas y renovadores, es el mismo que desde entonces viene bipolarizando a skindeads y hippies, punks y heavies, modernos y auténticos, electrónicos y eléctricos” pág 118

Las ramificaciones de todos esos movimientos sociales en otras manifestaciones como el cine, la música, el cómic, la moda o la literatura, torna la lectura de este libro en un deleite casi liberador, holístico en su origen y primoroso en su redacción, tirando por tierra la ficticia frontera entre alta y baja cultura, entre sociología de primer y segundo orden.

Un libro (tres realmente) que no debería haber pasado desapercibido; un libro certero, clarificador, profundo, de lectura tremendamente placentera y, sobre todo, poderoso y soberbio.

En la web de Libros crudos aparece como agotado el segundo volumen, pero a poco que uno busque por la red, lo encuentra, y a un precio razonable, aunque no estaría de más una reedición. Poder Freak se antoja como el flamante resultado de un proyecto imprescindible para entender no sólo los arrabales de la historia de la cultura occidental del siglo XX, sino para comprenderla en su totalidad, encontrando a cada paso (a cada página) referentes, ideas, claves para comprender y tomar vías alternativas con las que radiografiar un mundo que se ha perdido quizá para siempre y que sin duda ninguna deberíamos recuperar...


1 comentario:

Gonzalo Aróstegui Lasarte dijo...

Para mí uno de los mejores escritores en castellano, Caimán. Sus artículos en Ruta 66 son literatura excepcional, mucho más allá del tema (la música por lo general) que abordan. El "Poder Freak" no lo he leído, pero sí sus imprescindibles biografías de los Stooges y La Banda Trapera del Río. Conocía reseñas muy positivas de los tres volúmenes, y la tuya me va a hacer tirarme a por ellos. Gran y necesaria entrada.

Un abrazo.

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