¿Y si acabamos el año con una entrevista?
Boris me dice que no es mala idea, y Phil añade mientras le pasa un pitillo y aquel lo rechaza amablemente, que no importa que no esté muy prolífico últimamente, pero que ponga el link y además una foto de los discos que escuchamos últimamente cuendo nos sentamos a leer. Popota propone que copie alguna cita, a lo que Phil pone pegas, pero al final chasquea los dedos y suelta, ey, bro, you got a bad reputation but nobody give a break when your down on your luck... Boris soríe, y me parece que le guiña un ojo a Popota, aunque no sé qué querrá decirle. Popota alza una copa algo sucia que no sé de dónde la habrá sacado y recita en voz alta: - Todos mis intentos de reducir la novela a un párrafo que permitiera explicar lo que se va a encontrar el lector suelen acabar en una recopilación de frases cortas que tratan de captar las múltiples historias entrecruzadas. Si tuvieras que contar en una frase, en 140 caracteres por ejemplo, lo que hay en el interior de La muñeca rusa, ¿qué dirías? Boris recoge el guante y contesta imitándome, aunque su cerrado acento francés y su ímpetu interpretativo hace que no nos podamos aguantar la risa...: Un checo le cuenta a alguien la historia de su vida; que trabajó como celador en un psiquiátrico y que se enamoró de una interna que decía ser hija de un cosmonauta soviético desaparecido en una misión fallida a la luna en 1961, y que la entrada de las fuerzas del pacto de Varsovia en agosto del 68 en Praga fue el detonante de su huída hacia ninguna parte, como si su historia fuese un puzzle que no le pertenece, un juego de espejos entre el que habla, el que escucha y una luna con ojos azules y nombre ruso. Me he pasado de caracteres, ¿no?… Lo siento…
No sé qué pensará Milos Meisner de todo esto, aunque presiento que no tardará en escribirme...
Si quieres leer el resto de la entrevista, pincha en la imagen....
1 comentario:
Y yo que digo ahora,,, si la entrevista me ha encantado y si la historia de Pancho y los adolescentes y las señoras invidentes me ha tocado la fibra. Sabías que hice la prestación en la delegación de la once aquí en mi ciudad y que el último día, cuando sabía que no iba a cruzar más aquella puerta, salí con una grapadora y un par de cintas de cassette robadas de las oficinas y, aunque lo uno desmerezca a lo otro, intentando controlar el llanto por saber también que no iba a ver más a mis abuelillos ciegos a quienes serví de lazarillo durante 13 meses?
No creo que lo haya contado nunca pero esa grapadora me pesaba tanto en la conciencia al cabo de los añlos, que terminé por tirarla a la basura.
Han pasado 20 años.
Abrazo Juanmi y buen año para los tuyos y para ti, mucha salud, felicidad, trabajo e,,,,inspiración.
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