jueves, 19 de julio de 2012

Improvisación liviana a modo de "A love supreme" para Pavel Ivánovich von Richthofen


Es tardísimo, pero da igual. Me siento a escribir, tecleando como hace tiempo que no hago, casi a la manera de diario, aunque sin ánimo de dar cuenta de nada, simplemente escribir sobre algo. Tampoco hablaré de "la muñeca rusa", que como me despiste el blog va a parecer la teletienda. Estamos Pavel y yo solos estos días, y cuando digo solos, digo que yo me ocupo de él todo el día. Motivos hay, pero no me extenderé en ellos. Es así, él, que en dos días hace cuatro meses, y yo... Es evidente que me caigo de sueño: entre biberones, pañales, el esterilizador, el baño (cómo nos mola ese rato...), el calientabiberones, y hacer de amo de casa, voy que trino. Eh, me gusta. Pavel se pasa el día riendo, o al menos el rato del día que está despierto, que no es tanto como habitualmente, pues supongo que él también siente los cambios y los vive a su manera, pero ahí estamos los dos, como dos campeones.... En unos días volverá todo a la normalidad, que no es otra que compartir, ya lo decían en la bola de cristal, "solo no puedes...". Tampoco escribo esto para dármelas de nada, simplemente digo que veo cómo Pavel y mua nos las estamos apañando, y como es lo único que tengo para contar, lo cuento. Veinticuatro horas varios días seguidos dan para mucho... Agota, pero mola. Como decía, que se ría mucho ayuda. Es un truhán que, aunque se ponga a gruñir a las cuatro de la mañana y tu, cual zombi, prepares todo y lo prepares bien, o al menos lo mejor que puedes, encima te dedica una sonrisa de oreja a oreja cuando está a punto de acabar el biberón y no puede mantener los ojos abiertos. Quizá simplemente escribo esto porque en estos momentos mi vida se reduce a eso, cuidar a alguien, cuidar de alguien, alguien que encima se parece a tí... Esto último tampoco es relevante, me he visto en otras con bebés que no se me parecían y lo mismo me ha dado. Hoy le he leído algo, a veces se me acaban los recursos y tiro de "aedo", último recurso cuando la sonata número 14 do sostenido menor, Op.27 número 2, comúnmente conocida como "Claro de luna", no funciona. Ojo, le pongo a Beethoven porque le gusta. Claro que tampoco es muy fiable mi opinión, porque por la mañana le he puesto un dvd de los Maiden y se ha puesto a mover como un loco las extremidades (las cuatro) y yo me he quedado observándole creyendo que lo mismo iba a tener un hijo batería... hasta que he dicho, date, que lo mismo está nervioso... Luego probé con el "Soulshine" de los Allman y se quedó embobado, con los ojos como platos, los casi diez minutos que duraba mi versión favorita con Derek y Warren a las guitarras en el Beacon... El caso es que sonreía de medio lado, seguramente porque le sonaba la canción; más de una vez me ha oído canturreársela toallita húmeda en mano mientras le limpiaba el culo, pero claro, no es lo mismo... Me he dicho, al menos que escuché la mejor versión que han grabado los Allman de ese temón con trampa del bueno de Haynes...  Luego, como ya estaba lanzado, creo que ha tenído su primer síndrome de Stendhal viendo a Sílvia Pérez Ruiz cantar "Belén" (Pavel ha manifestado su stendhalazo en un relajamiento intestinal incontenible y ahí se ha acabado el set list)... Pobre, le he dicho, si empiezas así, lo que te espera con eso de la belleza encarnada va a ser de órdago...
Lo mismo debería ir ahorrando para el psicólogo, cuando el de la libretita le pregunte por Edipo, va a tener para rato...
Antes del baño le he leído a Mark Twain, no por nada, simplemente lo tenía a mano, mi espalda no me permitía levantarme del borde de la cama y con él en brazos he cogido lo primero que había en la mesita, y no era otra que "El forastero misterioso" (lecturas que se me van quedando por ahí). Al rato de leerle ha vuelto a reírse; ya lo he dicho antes, es un niño que se ríe mucho, no sólo conmigo o de mí... El fin de semana pasado, un amigo se pudo a leerle el comienzo de "Moby dick" (no pregunteis... ) y él... sí, se rió... Oyó eso de "Llamadme, Ismael..", y dijo, coño, este chiste me suena... Lo mismo es que piensa que en menuda panda ha ido a caer y el tío se ha dicho, más vale que lo vaya asumiendo con filosofía...
Como culmen de mis deslumbrantes ideas, en un rato que se ha dormido, he aprovechado para cortarme el  pelo, afeitarme y desprenderme del olor a leche materna bajo la ducha (a veces sobre todo si nos medio dormimos mientras Pavel toma, cae un hilillo del biberón que nos pone un poco perdídos)... Casi acabo como Bob Geldof en The Wall. Me he rapado, con algún que otro trasquilón, y ya que tenía la máquina en la mano, he seguido con la barba esa que me estaba haciendo creer que era uno más de The band, o al menos uno de sus pipas... Porque ha empezado a removerse Pavel en su minicuna, si no, lo mismo sigo con las cejas y tiro para abajo, que a mí el cansancio me pone muy loco... A todo hay que sumar el socorrido y maravilloso libro del pediatra Carlos González, "Comer, Amar, Mamar" (compendio de "bésame mucho", "un regalo para toa la vida" y "mi niño no me come"; este último no lo he empezado por razones evidentes, de hecho me centro en el segundo, magna guía sobre la lactancia, el pecho y todo lo demás...), que como primerizo pater biólogico, es como mi necronomicón, mi doble álbum blanco, mi blonde on blonde, mi crimen y castigo, donde me dirijo para no sentirme un inútil... siempre y cuando sepa dónde lo he dejado... Lo sé, me comporto como un macho beta con hormonas en plena crisis de identidad... pero necesito leer que de vez en cuando no lo estoy haciendo mal...
Y entre medias, he vendido dos ebooks de "La muñeca rusa", he ido a correos a enviar seis ejemplares y he comprobado que, efectivamente, Chillón existe, y que no he soñado que me han pedido un libro desde allí.
Todo pose, excusa para escribir de algo cuando el cerebro no quiere pensar. Sacar de quicio la normalidad para parodiar una rutina que en su mayoría es preciosa pero que tampoco quieres decirlo así, porque suena cursi y padres hay millones, y millones elevado a "n" ha habido antes que yo... En el fondo sólo estoy acojonado, supongo que se nota...
Y luego me quejaré de que no duermo...


1 comentario:

Anónimo dijo...

me gustan este tipo de entradas brother :D me hacen reir
firma: la tía del pixón.

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