Con motivo del día del libro, desde la Biblioteca Pública "Lope de Vega" de Manzanares, me preguntaron si quería colaborar. Dije que sí, pero me pidieron que escribiera sobre un tema en particular. "Vivir Manzanares". A pesar de que estuve a punto de declinar la oferta porque no se me ocurría nada, al final escribí este texto inspirado totalmente en "Me acuerdo", libro maravilloso de Georges Perec. El dibujo que ilustra la exposición colectiva es obra del gran Manolo Serrano. El texto quizá es demasiado localista, pero es la única manera que he encontrado de explicar lo que ha sido "vivir Manzanares", si es que logré interpretar de manera correcta tan paradógico "eslogan".
MIL EJERCICIOS DE ESTILO.
(30) - Me acuerdo de comprar
mi primer libro en la librería de la esquina de mi casa, aunque no recuerdo
cuál.
(2) - Me acuerdo de visitar
todas las tardes a mi tío y verle pintar. Me acuerdo del olor a óleo y
aguarrás, de su sonrisa y de su cojera al acompañarle de vuelta a casa.
(53) - Me acuerdo de que
donde está ahora el Gran Teatro había un agujero enorme donde corría con mis
amigos y daba patadas a un balón de plástico.
(250) - Me acuerdo de ir
andando al colegio, del miedo a veces y de las risas. Me acuerdo del frío que
hacía en clase y de cosas extrañas que con el tiempo y el cine italiano he
interpretado como neorrealismo o surrealismo académico.
(850) - Me acuerdo de la
primera vez que me pidieron que pusiese mi firma en algo; fue el carnet de la
biblioteca. Me acuerdo que escribí mi nombre y que luego empecé a hacer
garabatos hasta que casi lo taché.
(23) - Me acuerdo de comprar
paloduz a la salida de la iglesia con el dinero que me daba mi abuela. Me
acuerdo que sólo me fijaba en las chicas del coro y en los cuadros de mi tío colgados allí,
donde veía caras conocidas.
(666) - Me acuerdo de
comprar mi primer disco en una furgoneta en el mercadillo a alguien que se
llamaba Salva.
(79) - Me acuerdo del bar "Áncora",
del primer "Macondo", del "Complot", del "Porche" y de lo que llamaban ciudad sin ley.
(15) - Me acuerdo de ver
tocar el fagot a Guillermo Calero en un aula pequeña después de decirme por
enésima vez que no pasaba nada si no tenía facultades para la música siempre y
cuando me siguiese gustando tanto escucharla.
(30) - Me acuerdo de hacer
barquitos de papel y echarlos a navegar en el río, de caminar hasta los cinco
puentes y de ir en bici por el camino viejo de Daimiel viendo el campo de un
verde que dolía.
(239) - Me acuerdo de ver al
gran Lou Bennet tocando jazz en la
Casa de Cultura para cuatro personas y sentirme feliz.
(13) - Me acuerdo de ver
salir a las novias de las iglesias sabiendo que luego yo limpiaría esos
vestidos en la tintorería.
(89) - Me acuerdo de quedarme
embobado mirando cuadros de Jose Legassa en "La Perdíz Roja" y sobre todo en el restaurante "Granada".
(769) - Me acuerdo de
quedarme en la calle sin poder ver “Las Meninas” de Buero Vallejo y de escuchar
con fascinación a la gente hablar de Lazarillo.
(45) - Me acuerdo de cómo
Genaro y yo rebuscábamos viejas escenografías en el almacén del grupo Lazarillo para volverlas a utilizar
mientras me partía de risa escuchándole contarme viejas y delirantes historias sobre viejas giras por provincias.
(259) - Me acuerdo de la
agobiante sensación de culpa y miedo viendo las procesiones de Semana Santa.
Recuerdo ir después al colegio Don Cristobal y de mi primer botellín, del olor
a cera y de separar las túnicas de las capas para ponerlas a lavar.
(51) - Me acuerdo de
preparar un bocadillo de atún para irme al cine y preguntarme si la película buena
la pondrían la primera o la segunda.
(319) - Me acuerdo tener una
librería y pasar una mañana entera leyendo un libro llamado “Me acuerdo” de
Georges Perec y de cerrar sin haber entrado nadie.
(93) - Me acuerdo de echar a
suertes quién entraba en el video club a la zona de las películas porno. Me
acuerdo de poner de excusa para no ir a mi casa que tenía un video Beta. Me
acuerdo por las noches creer que tenía alguna horrible enfermedad o algo
parecido.
(4) – Me acuerdo de ser
monaguillo en una capilla que llamaban los Paúles, aunque a veces creo haberlo
soñado.
(469) – Me acuerdo cuando la
emisora de radio estaba donde estuvo la biblioteca, al lado del ayuntamiento y
de poner a los Doors como sintonía de un programa que tuve con otros
compañeros.
(54) – Me acuerdo de pasar
las horas muertas mirando juguetes en los escaparates de la calle Empedrada
cuando realmente estaba empedrada.
(1000) - No recuerdo cuándo
fue la primera vez que oí decir a un amigo que Manzanares era un pueblo raro
del que quería huir.
4 comentarios:
No he leido a George Perec, pero me hago una idea. Por cierto, un ejercicio muy válido y necesario para cualquiera esta escritura. Al menos a mi me lo parece.
Por otra parte me parece honrado y justo citar al dueño de la idea aunque, son muchos años, siglos, milenios,,, sería realmente él??
Cuídeseme!!
Hermoso homenaje a Manzanares y a Perec. "La vida instrucciones de uso" es una de mis novelas favoritas, Juanmi.
Un abrazo.
Ya sabes que a mí también me gusta mucho Perec, así que tu homenaje me parece acertadísimo y además viene mucho a cuento. Eso de abrir la librería y cerrarla sin que haya entrado nadie... Menos mal que te cundían las horas muertas leyendo, Juanmi. Entonces, ¿qué? ¿Te gusta o no te gusta vivir en Manzanares? Jajajajaja.
Besos!
El pasado.... jodido ejercici
o¡¡¡¡
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